Bowie, Radiohead y ANOHNI, favoritos para el Mercury Music Prize 2016

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ANOHNI, Bat For Lashes, David Bowie, Jamie Woon, Kano, Laura Mvula, Michael Kiwanuka, Radiohead, Savages, Skepta, The 1975 y The Comet Is Coming son los 12 finalistas del Mercury Music Prize 2016. Una de las ediciones más reñidas, emotivas y con mayor nivel que se recuerdan. ¿Quién ganará?

Aunque se trate de un premio a nivel nacional, el Mercury Music Prize británico está considerado como el galardón más prestigioso de la industria musical en todo el mundo. Lo es incluso más que los Grammy, pese a consistir únicamente en una sola categoría, ya que muchos ven a estos últimos como a los Oscar de la música, con más bombo y platillo que rigurosidad artística. Otorgado desde 1992 por la British Phonographic Industry y la British Association of Record Dealers, y nacido como alternativa a los mediatizados Brit Awards, el Mercury es otorgado cada año al artista responsable del mejor disco británico o irlandés publicado durante la temporada septiembre – septiembre. Sin más. Una sobria y notoria distinción, precedida varias semanas antes por el anuncio de una lista con doce finalistas.

De las 24 ediciones que se han celebrado hasta ahora podemos extraer varios datos relevantes y muy reveladores. Por ejemplo, que solo ha repetido galardón PJ Harvey –gran ausente de esta edición junto a Daughter, Mogwai o Minor Victories–, premiada en 2001 por Stories from the City, Stories from the Sea y en 2011 por Let England Shake. Otros ilustres vencedores del Mercury han sido Primal Scream, Suede, Portishead, Pulp, Franz Ferdinand, Antony and the Johnsons, Arctic Monkeys, The xx, Alt-j o James Blake. Mientras que entre los clásicos derrotados, por el contraste frente a su popularidad y trayectoria, figuran bandas como Radiohead (4 nominaciones: 1997, 2001, 2003 y 2008; más las de Thom Yorke en 2006), Coldplay (2000, 2003 y 2005), Laura Marling (2008, 2010 y 2013) Blur (1994 y 1999, más la de Damon Albarn en 2014), Oasis (1995 y 1996), The Chemical Brothers (1997 y 1999), The Prodigy (1994 y 1997), Underworld (1996 y 1999), Florence + The Machine (2009 y 2015) o los ya desaparecidos David Bowie (2002 y 2013) y Amy Winehouse (2004 y 2007).

Watch PJ Harvey win the Mercury Prize 2011

Sea como sea, e ignorando la sombra de dudas que siembran dichas faltas, nos encontramos ya a las puertas de la 25ª edición del Mercury Prize, cuyos doce finalistas fueron desvelados ayer miércoles día 4 de agosto. El fallo se conocerá el 15 de septiembre. ANOHNI (6/1), Bat For Lashes (8/1), David Bowie (4/1), Jamie Woon (10/1), Kano (8/1), Laura Mvula (6/1), Michael Kiwanuka (6/1), Radiohead (4/1), Savages (10/1), Skepta (6/1), The 1975 (8/1) y The Comet Is Coming (10/1) se disputarán el premio más reñido, simbólico y emotivo que se recuerda. ¿A la quinta –o a la sexta para Yorke– irá la vencida para Radiohead? ¿Se le concederán a David Bowie de manera póstuma? ¿Se lo llevará ANOHNI, convirtiéndose así en la primera persona en ganarlo con dos identidades de género distintas? En el Reino Unido, como no podía ser de otra manera, ya han arrancado las apuestas, cuyas cuotas os hemos señalado amablemente en la enumeración de artistas anterior. Pero nosotros también tenemos nuestros favoritos; y sobre algunos de ellos, por cierto, ya hemos hablado.

ANOHNI

Antony Hegarty se llevó el premio en 2005 gracias a I Am a Bird Now, el segundo álbum de la banda Antony and the Johnsons; pero tras haber asumido su condición de mujer y haber dado vida a una nueva personalidad musical, no queda claro si es pertinente hablar de un segundo triunfo. Sin embargo, ANOHNI, en cierto modo, puede entenderse como la culminación de un proceso lógico de evolución artística y personal, desde el crooner pop orquestal hasta la activista ecofeminista que ha resucitado de forma imperativa, sobria, hermosamente radical y con biología electrónica la canción protesta. Además, solo por la producción de HOPELESSNESS, a cargo de Oneohtrix Point Never y Hudson Mohawke, ya merecería el premio. (70%)

Bat For Lashes

Natasha Khan coqueteó hace cosa de un año con el cine, participando con un dramático corto en la película Madley, y ha estirado con crecer su concepto inspirador. The Bride, la materialización musical de aquella historia cinematografiada, se sumerge en el dolor, la pérdida, el amor y el luto con suma elegancia, sobriedad instrumental y una capacidad cinemática extraordinariamente desarrollada. Un trabajo denso, perturbador, pero terriblemente hermoso. Bat For Lashes, para más inri, han sido nominados al Mercury por dos de sus tres álbumes anteriores, y siendo este probablemente el más redondo y compacto de todos, el más valiente y arriesgado, no será la mayor de las sorpresas si finalmente se lo lleva. Porque el amor, cuando es tan dramático, tiene mucha fuerza. (40%)

David Bowie

Qué decir. Es el claro favorito. Desgraciadamente lo es en parte por habernos abandonado, y por haberlo hecho, además, con tantísima dignidad, majestuosidad y haciendo prevalecer el arte incluso en sus últimos días. Blackstar salió al mercado el día que su artífice cumplía 69 años. Dos días después murió. David Bowie, un músico cuyo impacto e influencia en la música británica y en la cultura occidental de los últimos 50 años resulta incalculable y totalmente desbordante, decidió esculpir con música el relato de su última hora y dejárnoslo como legado. Solo por ese acto de irrefrenable creación artística, por ese disco monumental y oscuro, ya merecería el premio; pero no descartemos su concesión también como parte del homenaje eterno que la música le debe al Duque Blanco. Si existe algún orden medianamente lógico en el universo, Bowie será el primer ganador póstumo del Mercury Music Prize. (95%)

Michael Kiwanuka

Ligeramente en la línea de Benjamin Clementine, ganador de la pasada edición, Michael Kiwanuka podría dar la sorpresa en su segunda nominación. El músico de origen ugandés metió también su álbum de debut entre los finalistas en 2012, y lo suyo ha pasado de ser el descubrimiento de una sugerente promesa a convertirse en todo un secreto a voces. En sus credenciales constan el soul, el pop de cámara, el rock sureño y un acento africano amalgamado a la perfección; pero sobre todas las cosas destacan su voz de miel oscura y sus composiciones serias y luminosas. Love & Hate es, cuanto menos, la confirmación de un artista único que representa el triunfo del crisol cultural británico producto de la globalización. (35%)

Radiohead

Se puede debatir hasta el infinito sobre si A Moon Shaped Pool está o no entre los cuatro o cinco mejores discos de Radiohead, pero indudablemente es un gran álbum, un álbum enorme; y su impacto se ha tenido que medir en proporciones sísmicas. Pausado, detallista, atemporal y perfeccionista, el disco ha logrado sacar a la luz la versión más humana de Yorke y los suyos; una visión íntima y poética del pasado, dejando de lado de una vez el maldito futuro, sus poses y falsas promesas. Una reivindicación de trono en toda regla. Su victoria en esta edición no borraría el engorroso error que supuso no haber premiado en su día el Ok Computer o el Amnesiac, pero se haría cierta justicia con la banda más importante de los últimos 25 años. (80%)

Savages

Dos de dos para las de Jennhy Beth. Candidatas en 2013 por su álbum de debut, Savages repiten nominación gracias a Adore Life, un álbum continuista, más calculado y racional que su primer trabajo, pero igualmente potente y despiadado. Amar hasta sangrar, esa es la consigna. El cuarteto londinense, que ha caído de pie en el starsystem musical británico pese a que su género, el post-punk más áspero que el mainstream pueda aguantar, no hace prisioneros, de modo que si no se llevan el premio en esta ocasión –y no es que ésta sea su principal motivación– den por seguro que agrandarán su apuesta para la próxima entrega. Esta sí que sería una victoria sorprendente, pero antes o después lo ganarán. (25%)