Crítica: The Radio Dept. – Running Out Of Love

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La banda sueca The Radio Dept. acomete en su nuevo disco un calculado viraje hacia la electrónica pop. Running Out Of Love, su cuarto álbum de estudio, presenta trazas de techno, IDM, synthpop y acid house, aunque sin prescindir por completo del pop alternativo de habitación que les hizo famosos.

Pasan rapidísimo, pero seis años son mucho tiempo. Imagínense: en 2010, cuando The Radio Dept. sacaron su último disco, el whatsapp era apenas un recién nacido, Zapatero seguía presidiendo el gobierno de nuestro país y artistas como James Blake, Alt-J, Tame Impala o Kendrick Lamar eran absolutos desconocidos. Hagan la prueba: usen la aplicación esa de Facebook y remóntense a tal día como hoy hace seis años. Verán lo mucho que hemos cambiado. Dicho esto, aceptemos que The Radio Dept. lo hayan hecho también. Los suecos, que se han tomado su tiempo para volver al ruedo, presentan en Running Out Of Love, su nuevo disco, un sonido totalmente diferente del que nos tenían acostumbrados, pero hay que reconocer que el cálculo del viraje y su ejecución han sido impecables. En resumen se puede decir que han cambiado el dreampop de raíz alternativa por una fórmula donde la electrónica se ha puesto al volante; y no solo por haber potenciado los arreglos de sintes, teclados y programaciones –qué lejos quedan las cajas de ritmo de Lesser Matters–, presentes ya en sus tres trabajos anteriores, sino también, y sobre todo, por haber modificado hasta la mismísima morfología de varias de sus nuevas canciones.

La virtud del cambio, sin embargo, reside en que siguen siendo bastante reconocibles: sus atmósferas acogedoras, la textura de los mantos con los que nos envuelven, e incluso la geografía de sus melodías, por mucho que haya elementos nuevos que nos distraigan a primera vista, siguen remitiéndonos a los mismos The Radio Dept. de antaño. Es cierto que cuesta reconocerles tras el tratamiento sintético del pop que hacen en ‘Swedish Guns’, la carta de presentación del álbum, y no digamos en la pistera ‘We Got Game’, en cuyas bases y beats se perfila la influencia de Moderat, pero en el fondo no son más que los mismos retratos del universo que conocen hechos con un instrumental nuevo, más acorde con los nuevos tiempos. No solo hay que tener valor, sino que también hay que tener mucha personalidad y calidad artística para afrontar un cambio de esta índole y encima hacerlo bien.

Tiempos modernos

Exceptuando la introductoria ‘Sloboda Narodu’ –al menos hasta que entra el bombo certificando los primeros indicios– y la anecdótica ‘Thieves of State’, la primera mitad del álbum evidencia claramente el calado de la metamorfosis de The Radio Dept.Occupied’, en ese sentido, representa el punto álgido de este nuevo sonido electrónico, con un ritmo y una inspiración muy clubber que no esconden, no obstante, la suave textura de la voz de Johan Duncanson. En la segunda parte de Running Out Of Love, por el contrario, sí encontramos vestigios de la morfología típica de su pop alternativo de siempre: en ‘This Thing Was Bound To Happen’, con ese aire al pop de Destroyer o de Ducktails, para empezar, y en la pastelosa ‘Can’t Be Guilty’, una pieza de pop lacrado de habitación construida a base de teclado. Son los únicos cortes en los que no apreciamos estos seis años transcurridos ni la enorme distancia que han recorrido musicalmente durante los mismos. Ahora bien, si tuviéramos que elegir un tema como síntesis de lo viejo y lo nuevo de The Radio Dept. es sería sin duda ‘Committed To The Cause’: groove noventero, ligera inspiración acid-jazz y un pop macerado en arreglos orquestales.

Con permiso de la homónima ‘Running Out Of Love’, más bien lineal e irrelevante, el álbum se cierra con otra clara incursión en terrenos electrónicos. ‘Teach Me To Forget’ se abre con un ritmo desnudo de techno que poco a poco va desarrollando suavidades melódicas, y aunque la sombra de Moderat siga proyectándose en la conjunción de sus bases y sus voces, podría responder perfectamente al modelo de propuesta electrónica genuina de The Radio Dept. Así pues podemos concluir que, si bien los suecos han cambiado drásticamente su fórmula tras seis años de silencio, han dejado un rastro de miguitas de pan desde su origen en la escena del pop independiente y alternativo hasta su actual propuesta electrónica. Lo más probable es que nos decantemos por los The Radio Dept. de antes o los de ahora, aunque no sean del todo irreconciliables, pero no hay duda de que este punto de inflexión en su trayectoria marcará el futuro de la banda escandinava.