13 razones (musicales) para ver ‘Por 13 razones’

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Por 13 razones es una de las mejores series de la temporada: por la temática, por su consistencia y, entre otras cosas, por su acertada banda sonora. Aquí van 13 razones musicales, 13 canciones (una por capítulo) que dibujan las líneas maestras de la serie, y por las cuales ya merecería la pena verla. [Alerta spoiler, aunque hemos tenido cuidado]

Netflix lo ha vuelto a hacer. Tras el rotundo éxito de Stranger Things la temporada pasada, la productora ha apostado de nuevo por una serie generacional que nos sumerge, en este caso, en el universo de un grupo de adolescentes de instituto unidos (o enfrentados) por un hecho dramático: el suicidio de una chica, aparentemente debido al bullying que sufría.

Por 13 razones ahonda por tanto en temas como el acoso escolar, el desarrollo y la erosión de la identidad personal durante la adolescencia, los abusos, la soledad, el suicidio y la amistad, entendida en el sentido más amplio que pueda dársele en un contexto como es el instituto. La trama, para todos aquellos que no la hayan visto aún, avanza de manera un tanto macabra y a la vez brillante: Hannah, la chica que se ha suicidado, ha grabado previamente 13 (caras de) cintas de cassette donde expone los 13 motivos por los que ha acabado con su vida. 13 motivos que, en realidad, son personas que, de un modo u otro, han puesto su granito de arena (algunos más que otros) para que la protagonista perdiera las ganas de vivir. Las cintas son enviadas a esas 13 personas y en cada capítulo escuchamos una, siempre desde la perspectiva de Clay, un buen chico enamorado de Hannah que, incomprensiblemente, también aparece en una de ellas.

 

A parte del encanto natural de la serie, de su interesante planteamiento, de su intriga y de sus notables actuaciones, Por 13 razones destaca por su excelente banda sonora como ya lo hizo Stranger Things. Hay que decir que en este caso el peso de la composición original, a cargo de Eskmo –artista electrónico que ha publicado en Ninja Tune y Warp Records–, es menor que el que tuvo en aquélla el trabajo de S U R V I V E; pero la elección de canciones preexistentes es de nuevo soberbia y muy acertada.

Tratando de evitar los spoilers, pero recalcando el valor que añade la música a la serie, vamos a esgrimir 13 motivos musicales por los que merece la pena ver Por 13 razones, aunque la verdad es que hay muchos más. 13 canciones de diversa índole que, ya de por sí, dicen mucho de la serie y de los temas que trata.

  1. 1. ESKMO – Riding

De todos los cortes originales del compositor de la banda sonora, este es seguramente el más estimulante. Su beat subterráneo e intrigante es el motor de la bicicleta que Clay cabalga, dispuesto a cumplir el propósito que mueve la acción narrativa de la serie. Aquí empezamos a percibir el alcance y el tono trascendental de lo que vamos a ver. Aquí es donde empieza todo a rodar.

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  1. 2. M83 – Reunion

There’s no more loneliness”, reza la canción de M83, en un momento de la serie en el que la amistad adquiere connotaciones de belleza y perfección monumentales. Una amistad entendida como unión y comprensión: como fiel compañerismo, como apoyo incondicional frente todo lo que es “una mierda” y como balsa de salvación frente a la soledad. La magia, la ilusión y el brillo de esperanza del tema sugieren, además, la efervescencia emocional propia de la adolescencia.

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  1. 3. CHROMATICS – Into de Black

Esta extraordinaria versión de ‘Hey, Hey, May, May (Into the black)‘ de Neil Young a cargo de Chromatics suena cuando, efectivamente, parece que nos adentramos en la oscuridad. El efecto mariposa sugiere que “todo afecta a todo”, y algunos de los personajes de la serie empiezan a vislumbrar las terribles consecuencias de sus actos. Una sensación profunda de gravedad y tristeza nos envuelve, y empezamos a entender un poco por qué la pobre Hannah acaba suicidándose.

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  1. 4. THE CURE – Fascination Street

Facebook, Twitter e Instagram nos han convertido en una sociedad de acosadores… ¡Y nos encanta!”. Porque el bullying existe desde siempre; pero, a diferencia de lo que ocurría hace unos pocos años, en nuestra época de instituto, hoy el acoso y el menosprecio continúan más allá del recinto escolar. Las redes sociales son un arma de doble filo y la pérdida de intimidad, el no encontrar refugio de las miradas críticas, puede erosionar peligrosamente a cualquiera. La canción de The Cure, decadente y oscura pero a la vez potente y despiadada, nos conduce a un punto de autocrítica en ese sentido, vital para el desarrollo narrativo de la serie.

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  1. 5. ELLIOTT SMITH – Thirteen

Cuando un sencillo “Won’t you let me walk you home from school? / Won’t you let me meet you at the pool?” simboliza un amor tan grande entendemos que, en el fondo, también estamos ante una historia de amor romántica. Tratándose de Elliott Smith, sin embargo, un músico turbulento que acabó suicidándose (eso parece) por sus problemas con el alcohol, las drogas y por sus constantes depresiones, el corte adquiere una dimensión mucho mayor en el contexto dramático de la serie. El desgarro emocional ya es un hecho, y nos acompañará el resto del metraje.

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  1. 6. LOST UNDER HEAVEN – The Great Longing

Don’t you ever cry for what’s hard in this life / You know the world over it’s people struggling / And when you stand alone your fight is our fight / For nothing is given but what we achieve”. Si este canto a la esperanza de LUH hubiera calado en el momento de la serie en el que suena, otro gallo habría cantado; y Hannah seguiría viva. El sentimiento de unión con gente que te apoya puede hacerte alcanzar metas muy altas; pero ver cómo se desmorona también puede hundirte.

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  1. 7. ST. VINCENT – The Stranger

Los humanos somos una especie social: dependemos de las relaciones para sobrevivir. (…) Las estadísticas demuestran que la sensación subjetiva de soledad puede incrementar la posibilidad de muerte prematura hasta en un 26%”. Lo dice la propia Hannah al principio de la cara A de la cuarta cinta, tocando de lleno otro de los grandes temas de Por 13 razones. La canción de St. Vincent, con esa especie de halo anestésico y buenrollista que esconde la falta absoluta de conexión con el entorno social, es otro de los grandes aciertos musicales de la serie.

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  1. 8. THE JESUS AND MARY CHAIN – Darklands

Esta mítica y depresiva canción de The Jesus and Mary Chain dice así: “Me voy a las tinieblas / a hablar con mis poesías / de mi caótica alma / Tan seguro como estoy / de que la vida no significa nada / y de que todas las cosas / terminan en nada / Y creo que el cielo está / demasiado cerca del infierno / Quiero moverme, quiero irme / Quiero irme / Pero algo me impide / ir a ese lugar / donde están las tinieblas”. Ni la serie ni la canción son apología del suicidio, pero sí una mano tendida y empática capaz de arrojar luz a las porciones del mundo y de la psique humana más oscuras.

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9. SCHOOL OF SEVEN BELLS – Bye Bye Bye

Esta canción, obra de una banda tristemente desaparecida por el también prematuro fallecimiento de uno sus integrantes, abre un capítulo en el que las razones del suicidio de Hannah pasan de castaño a oscuro. Sin entrar en más detalles, evoca a la perfección la catarsis que produce el fin de un ciclo y el comienzo de otro desde cero. “Me moría por volver a empezar: arrancar el resto de páginas de mi diario y olvidarme”, confiesa la protagonista.

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  1. 10. CODEINE – Atmosphere

Codeine es un grupo cortavenas por antonomasia, idóneo para expresar la atmósfera que pone en marcha el carrusel de pensamientos fatales que conducen al desastre. “Walk in silence / Don’t walk away – in silence”, ruega la letra: el último intento de encontrar una mano amiga y salvadora. Puede que a estas alturas de la historia todavía hubiera esperanza para Hannah, pero si algo transmite esta canción es la total y absoluta ausencia de fuerza para levantarse una vez más. La energía se agota; la vida se agota.

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  1. 11. SUUNS – Red Song

La cosa se va poniendo cada vez más fea. Estamos llegando al final y poco a poco vamos entendiendo por qué Hannah acaba suicidándose (no, no hay un giro final en el que no muere). La sensación descorazonada va convirtiéndose paulatinamente en oclusiva, llegando a un punto en el que el corazón corre el riesgo de paralizarse. Esta canción de Suuns refleja perfectamente como la quietud va atrapando cada vez más estrechamente a la protagonista, hasta el punto de asfixiarla en una maldita combinación de autoflagelación por los propios errores y de injusticia proveniente del exterior. La vía de salvación es cada vez más angosta.

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  1. 12. ROMAN REMAINS – Killing Moon (Echo and the Bunnymen)

La luna es testigo de todas nuestras crueldades. Como también lo fue de la noche en la que se precipitó todo. Cuando suena este tema en la serie significa que hemos cruzado la línea de no retorno. Ya está. No hay marcha atrás. Solo queda una última cosa por hacer, la que nos llevó al principio de este tortuoso camino. Una última misión para darle sentido a todo.

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  1. 13. ANGEL OLSEN – Windows

Todo ha terminado. La canción de Angel Olsen funciona al final de la serie como el bálsamo de paz que fue para Hannah su propia desaparición. Ya todo está en calma; las culpas han sido asumidas, y solo queda respirar hondo, una última aceptación, y el comienzo de un nuevo día. “Won’t you open a window sometime? / (…) What’s so wrong with the light? / (…) Wind in your hair, sun in your eyes / What’s so wrong with the light?”, dice la canción. Aunque duela, hay que seguir adelante, intentando, en general, hacerlo mejor con quienes nos rodean.

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  1. 14. BONUS REASON

Aunque la serie ha sido producida por Selena Gómez, no hay más que una canción suya en toda la banda sonora. También hay solo una de Joy Division, en el primer capítulo, pero la presencia de un póster suyo en la habitación de Alex, uno de los personajes, y la utilización de temas de otras bandas por el estilo como The Cure, Echo and the Bunnymen (aunque sea una versión), The Jesus and Mary Chain o Codeine, confieren a la historia un aire más coherente que si hubieran abusado, por ejemplo, de la música electrónica o del rap, más en sintonía con la juventud de ahora. Recurrir a los padres del post-punk es un guiño a toda esa cultura del suicidio que sigue relacionándose con Ian Curtis y con dicho género musical. Porque tantos años después, la oscuridad sigue sonando igual de negra y magnética.