El Ballet Nacional de Cuba vuelve a Barcelona para presentar “El lago de los cisnes”

Alicia Alonso, la coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba, rescata el clásico de Chaikovski para ofrecer una versión muy particular de “El lago de los cisnes”, una pieza de ballet clásico que se mueve entre los confines del clasicismo y el romanticismo más elegante. La adaptación consigue acercar esta trágica historia a la sociedad contemporánea dándole un aire renovado sin por ello perder su raíz más auténtica. Ahora, esta espectacular producción llega al Teatre Tívoli de Barcelona del 21 al 25 de octubre.

A sus 92 años, Alicia Alonso ha querido rendir homenaje a “El lago de los cisnes”, un cuento de hadas expresado en el lenguaje del ballet que se estrenó, por vez primera, en 1877 en el Teatro Bolshói. Se cree que el libreto fue escrito por Vladímir Petróvich, autor que supuestamente se inspiró en el cuento alemán de Johann Karl “El velo robado” (“Der geraubte Schleier”).

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Desde su estreno hasta la actualidad, “El lago de los cisnes” se ha convertido en uno de los espectáculos de danza más representados alrededor del mundo. Es, también, una de las piezas de la Rusia imperial más exportadas que han conseguido elevar a su compositor, a Chaikovski, en un grado de madurez artística e intelectual. La música que acompaña cada acto de esta pieza se ha convertido en la mejor carta de presentación de su autor quién tiene un merecido lugar en la historia de la música.

El libreto está inspirado en el cuento alemán de Johann Karl, sin embargo, la historia que en él se cuenta tan solo proporciona las líneas generales del argumento. Por lo que se sospecha que el cuento popular ruso “El pato blanco” también llegó a influenciar a la hora de elaborar la historia de amor que viven Odette y el príncipe Sigfrido.

El Ballet Nacional de Cuba es una de las compañías de danza clásica más prestigiosas del mundo siendo, además, una de las más destacadas del territorio hispanoamericano. Los bailarines que forman parte de la compañía tienen una técnica y una concepción artística muy rigurosa y adecuada a cada pieza de ballet clásico que se representa. Además, la diversidad conceptual de los coreógrafos que la integran aporta a cada pieza un valor intrínseco y totalmente renovado.

La idea de la compañía surgió en 1948 cuando Alicia Alonso la fundó y se erigió como la protagonista. Dos años más tarde, la misma bailarina funda la Escuela Nacional de Ballet Alicia Alonso que iba anexionada a la compañía siendo, así, el lugar de aprendizaje para los futuros bailarines profesionales. La filosofía con la que nació la compañía es la misma que siguen divulgando ahora: quieren respetar la tradición clásica de las producciones pero dejando libertad creadora a los coreógrafos que actualizan cada pieza.

Gracias a esta innovadora concepción de lo clásico, El Ballet Nacional de Cuba ha cosechado grandes éxitos por cada ciudad por donde pasa algo que ha fomentado que, anualmente, la compañía realice giras internacionales que la llevan a países de Asia, América y Europa.