Juan Diego regresa a los escenarios con “La lengua madre”
Del 12 al 29 de noviembre el reconocido actor Juan Diego llega a los Teatros Luchana de Madrid para encarnar uno de los monólogos más esperados de la temporada: “La lengua madre“.
Escrito por el ganador del Premio Planeta Juan José Millás, este monólogo teatral nos presenta a un profesor de literatura que imparte clases en un instituto. Hacía casi tres lustros que no veíamos a Juan Diego sobre un escenario teatral; en 2005 sí que pudimos disfrutarlo en “El pianista”, una obra que estaba inspirada en diferentes textos de Vázquez Montalbán pero que tan solo pudo verse en 15 únicas funciones.
Ahora Juan Diego viene con la intención de quedarse por más tiempo. Regresa al que fue su primer hogar, el teatro, y lo hace para encarnar al personaje escrito por el talento y la prosa humorística de uno de los grandes literatos contemporáneos: Juan José Millás. Una vuelta mejor es casi impensable ¿verdad?
“La lengua madre” está dirigida por Emilio Hernández y está basada en diferentes conferencias que Millás dio en distintos espacios y que para el director había material más que suficiente como para hacer un espectáculo teatral. Toda la obra gira en torno a un mismo tema: el lenguaje, la fuerza de las palabras y el misterio que esconden. El motivo por el que se usa una palabra y no otra para hacer referencia a algo externo a nosotros mismos, es el misterio que se plantea encima de las tablas teatrales. Un monólogo que habla, también, de la manipulación del lenguaje, de la tergiversación del sentido de cada palabra centrándose, ante todo, en los medios de comunicación.
En este monólogo, el protagonista nos abre las puertas del diccionario para encontrarse, cara a cara, con el lenguaje que alguien, algún día de nuestra historia remota, decidió inventarse. La importancia que llegan a tener las palabra que decimos durante un día (¡que son muchas!) es tal que incluso puede llegar a amargarte o a alegrarte un día. Tal y como dice el propio autor de la obra “Hay palabras que curan y otras que matan” así que es esencial que aprendamos a usarlas con criterio y no las maltratemos ni las mutilemos.
Las palabras son una reliquia de todos nosotros porque es el patrimonio de nuestra existencia, de nuestra historia y de nuestra cultura. No hace falta que seas un literato o un escritor como para tener aprecio por las palabras: todos tendríamos que amarlas porque, gracias a ellas, podemos comunicarnos, entendernos y crear el mundo que está fuera nuestro. Sin ellas ¿cómo nos comunicaríamos? No existe un mundo objetivo sin la presencia de las palabras así que cuidémoslas, respetémoslas y tratémoslas como es debido.
“La lengua madre” es un monólogo que lanza este mensaje con un humor surrealista, una característica inseparable de la prosa de Millás, para que la reflexión y la diversión vayan juntas de la mano.