En un año en el que, al menos, media docena de discos podrían considerarse como el mejor, elegimos y clasificamos los 20 que más nos han gustado en la redacción de Cuatro Pistas.

2016 ha sido un año muy intenso: dramático en lo social y en lo político, y enormemente estimulante en lo musical. Muchos de los grandes artistas de nuestro tiempo han publicado material esta temporada y la elección del álbum número uno del año se ha convertido en una dificilísima misión. En los próximo dos artículos os presentamos los que, aquí en Cuatro Pistas, consideramos como los 20 mejores discos de 2016. Escogidos mediante la votación de nuestros seis redactores, y sin hacer distinción entre nacionales (al final del 2º os dejamos la clasificación de los 20 mejores trabajos de nuestro país) e internacionales, estos son los discos imprescindibles del año.

La banda revelación del año a nivel nacional. El debut homónimo de este dúo procedente de l’Empordà aúna el desparpajo y la vitalidad de la inspiración punk con el espíritu crudo de un pop-rock directo y eléctrico. Sus canciones efervescentes, las letras pegadizas y muy humanas y un objetivo carente de todo subterfugio son las mejores credenciales de una fórmula que resulta más fibrosa que musculada. Menudo futuro tienen por delante.

Kyle Dixon y Michael Stein firman la banda sonora original de Stranger Things, un continuo homenaje a la estética y al ideario fantástico de los años 80, abundantemente regado por numerosos hits de la época. Si os gustó y enganchó la serie, no dejéis de regresar a su atmósfera mediante su ya inmortal música. Ha sido en su conjuno, y sin duda alguna, uno de los fenómenos audiovisuales del año. Imprescindible. (leer la crítica completa)

18.

BAT FOR LASHES – The Bride (Parlophone)

Bat For Lashes, banda capitaneada por Natasha Khan, vuelve con The Bride para sentar cátedra. Un disco caracterizado por su extraordinaria contención y austeridad instrumental, y por la historia de amor, pérdida, dolor y luto que nos narra la vocalista en primera persona. Tengan un pañuelo bien a mano, y sumérjanse a pecho descubierto. (leer la crítica completa)

17.

TRIÁNGULO DE AMOR BIZARRO – Salve Discordia (Mushroom Pillow)

Desde My bloody Valentine, nadie había acercado tanto el pop al post-punk y al noise. Los gallegos se doctoran en su cuarta entrega con una mezcla ardiente de vientos huracanados de distorsión y un amor esponjoso y calado de acidez que no deja de supurar con violencia. En Salve Discordia cada compás en un órdago, cada paso es una imponente zancada y cada palabra es una cuchilla que se te clava muy adentro. ¡Y por nosotros que no salga de ahí! (Alerta spoiler) Disco del año nacional en Cuatro Pistas.

16.

PARQUET COURTS – Human Performance (Rough Trade)

La consolidación definitiva de esta banda de “americana punk”, como ellos mismos de autodefinen, llega mediante su quinto álbum en apenas cinco años: un cartucho de 12 balas de diferentes calibres que, pese a dibujar trayectorias enrevesadas, siempre aciertan en plena diana. Rock crudo, folk rudo; carne cruda convertida en música.

15.

MICHAEL KIWANUKA – Love & Hate (Interscope Records)

Michael Kiwanuka, británicos de origen ugandés, confirma todas las sospechas. Su segundo disco, Love & Hate, es la metáfora musical perfecta de lo que es un crisol de culturas. Soul, pop de cámara, rock sureño y acento africano, todo magníficamente amalgamado, para dar expresión y palabra a la música de un mundo global en infalible paz y felizmente idealizado. (leer la crítica completa)

14.

EXPLOSIONS IN THE SKY – The Wilderness (Temporary Residence)

La nueva entrega discográfica de Explosions in the Sky nos presenta una versión del sonido de la banda más serena y equilibrada que nunca. Una evolución más relacionada con la proximidad de la luz que con un proceso de madurez culminado. The Wilderness, su séptimo álbum, roza el sobresaliente. (leer la crítica completa)

13.

DAVID BOWIE – Blackstar (Columbia)

David Bowie, el genio integral, ha convertido en arte hasta su propia muerte. Como no podía ser menos, Blackstar es un disco oscuro y brillante, desolador y grandioso, de despedida y de entrada en la eternidad; una última mano tendida entre la del hombre y la de su creador. “Look up here, I’m in heaven”, nos indica en uno de sus versos más sobrecogedores: un aviso claro que no tardó ni dos días en cumplir.

12.

CAR SEAT HEADREST – Teens of Denial (Matador)

El estadounidense Will Toledo ha resucitado él solito todo el espíritu rock de los años ’90, ese que nos conecta con Dinosaur Jr. o con los primeros Nada Surf, en el que ha sido su estreno de material nuevo con el sello Matador tras varios años publicando álbumes a través de Bandcamp. Teens of Denial, un generoso trabajo de 70 minutos, es un espaldarazo enérgico bien pegado.

11.

SAVAGES – Adore Life (Matador)

Adore Life, el segundo álbum de Savages, simboliza la historia de cuando Ares conoció a Atenea. Con un punto más calculado y racional, pero igualmente potente, demuestra que el cuarteto londinense ha seguido perfeccionado durante estos tres años su post-punk hasta sincronizar de manera completa las formas con el contenido. (leer la crítica completa)

(CONTINUARÁ)