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Italia ya tiene sede para Eurovisión 2022: ¡Nos vamos a Turín!
Tendrá lugar los próximos 10, 12 y 14 de mayo en el Pala Alpitour, el pabellón multiusos más grande del país, construido para los Juegos Olímpicos de Invierno del año 2006. ¡Te ofrecemos una guía completa para que no te pierdas ningún detalle del lugar!
Han pasado cinco meses desde que los italianos de Maneskin rompieran los esquemas de toda Europa con su tema rockero y desenfadado ‘Zitti e buoni’. El grupo, que no ha parado de subirse a los escenarios durante todo el verano (además de haber acaparado las miradas, los focos y las cámaras de las principales publicaciones y medios de comunicación), son el mejor ejemplo de que el Festival de Eurovisión sigue siendo un gran referente musical y audiovisual en la actualidad. De hecho, si te gusta su rollazo, te recomendamos darle una oportunidad a ‘Mammamia’, su último sencillo, que interpretaron por primera vez en televisión en la versión sueca de ‘Idol’.
Tras el trasiego de su última cita en Róterdam (Países Bajos), debido a la COVID-19 y las restricciones que aún imperaban por aquella fecha en torno a la movilidad geográfica y el acceso de público a grandes recintos, el evento musical más famoso (y longevo) del mundo volverá con más fuerza que nunca en 2022. Eurovisión no descansa y en su viaje a Italia para su 66ª edición, ya calienta motores en Turín, donde celebrará sus tres galas los próximos 10, 12 y 14 de mayo.
¿Sabia decisión?
Son muchos los interrogantes que nos llevan a pensar si el certamen tendrá lugar como en tiempos añejos, previos a la pandemia. La respuesta, aún inconclusa, nos lleva a pensar que el PalaAlpitour, -originalmente PalaOlimpico o Palasport Olimpico-, el recinto escogido (y el más grande del país) estará repleto de banderas y seguidores del festival vitoreando y cantando sus canciones preferidas. Superando en tamaño al Mediolanum Forum en Milán; y al PalaLottomatica de Roma, su diseño fue pensado y ejectuado por el arquitecto japonés Arata Isozaki y el italiano Pier Paolo Maggiora. La RAI, siglas de la Radiotelevisione Italiana, el ente público de radiodifusión del país mediterráneo, se ha decantado finalmente por una ciudad y un espacio que originalmente ya se había tenido en cuenta para albergar Eurovisión si Francesco Gabbani se hacía con la victoria en 2017.
Finalmente, no fue así, y, por tanto, Italia no pudo albergar su tercera reunión eurovisiva -buscando resarcirse de la catástrofe audiovisual del año 1991-. Si bien es palpable que llevaban ansiando la victoria desde su regreso en 2011, la cuna del Renacimiento tuvo que esperar cuatro años más para conseguirlo. Una vez ocurrió, fueron varias las ciudades que quisieron postularse para albergar el evento dados los beneficios económicos y reputacionales que reporta. Más allá de Roma o Milán, también otras como Bolonia, Pésaro, Florencia, Rimini, Trieste o Viterbo fueron aspirantes a albergar Eurovisión en 2022.
Además de una pizza quemada (o unas cuantas), la decisión final habrá supuesto más de un dolor de cabeza (y unas cuantas semanas de demora) a los directivos de la RAI y la Unión Europea de Radiodifusión (UER). En los últimos años, la sede de Eurovisión se ha venido dando a conocer a lo largo del mes de agosto, o a más tardar, durante los primeros días de septiembre. Habiendo contado con la dura y potente competencia de Milán y Bolonia, que estuvieron luchando hasta el último momento, la candidatura de Turín y su recinto se llevaron el gato al agua, además de por el recinto propuesto en la candidatura, por la inversión local y los presupuestos manejados en el proyecto. Según, Stefano Coletta, director del canal RAI 1, la demora y el retraso en el anuncio más allá de agosto se debió a querer conseguir la mayor “transparencia y precisión” en el proceso de selección.