Indiemaster

Review

Crónica: Julie Byrne @ La[2] de Apolo (02/11/17)

La cantautora norteamericana Julie Byrne defendió anoche en directo en Barcelona 'Not Even Happiness', su segundo disco, en una atmósfera de intimidad, respetuoso silencio y paz espiritual. Algún día el mundo desvelará su secreto, pero hasta entonces, este es el mejor contexto para que despliegue su arte. Entradas todavía a la venta para su concierto de hoy en Madrid.

A veces menos es más. En la música no es necesaria la grandilocuencia, el ruido o la espectacularidad escénica para triunfar, sobre todo si lo que se quiere es llegar al corazón de las personas antes que a sus carteras. Julie Byrne, cantautora nacida en Buffalo (Nueva York) hace 27 años, hizo suya esa máxima anoche en Barcelona en un concierto organizado por Primavera Sound con el que descubrimos una renovada y muy mejorada sala La[2] de Apolo. De apenas 50 minutos y ofrecido para no más de 70 personas, la actuación de la norteamericana sirvió para presentar en directo Not Even Happiness, su segundo disco, y para comprobar que a veces, en según qué circunstancias, es posible disfrutar de un concierto que así lo requiere en el más respetuoso y absoluto de los silencios.

Julie Byrne (35)Rp

Toda la música de Julie Byrne, y especialmente las canciones de su onírico segundo trabajo, parecen un maravilloso e inconfesable secreto, un susurro de folk perdido entre los pliegues de una mente en duermevela. Por tanto, y siempre desde la perspectiva del espectador, la poca afluencia de público fue un importante plus. Así, en la intimidad de un halo de silencio absoluto, acompañada parcialmente por un violinista y un teclista, con un té a sus pies y una actitud de paz y bonanza plenas, Byrne repasó sus nuevas canciones irradiando una energía capaz de supurar heridas.

Empezó el recital en solitario interpretando ‘Sleepwalker’, dibujando extraños e hipnótico movimientos con los dedos de su mano izquierda en las transiciones de acorde a acorde. Luego, secundada por sus dos músicos acompañantes, encadenó ‘Follow My Voice’, ‘Morning Dove’, una escalofriante ‘Sea As It Glides’ que arrancó tras una larga y espumosa intro, y ‘Melting Grid’; para acabar, después de otros dos temas en solitario, con ‘Natural Blue’ y ‘I Live Now As A Singer’, donde Byrne, efectivamente, dejó su guitarra en el suelo y cantó sostenida instrumentalmente por su banda.

Julie Byrne (21)Rp

Fue un concierto de mínimos, siempre con las pulsaciones por debajo del nivel básico vital. Pero es difícil imaginar a Julie Byrne en otro contexto que no sea ese. Seguramente en su anterior visita, hace unos años con motivo del festival BAM, hubo mucha más gente viéndola, pero el regalo que nos brindó anoche no habría sido ni la mitad de bonito sin el carácter íntimo, respetuoso y apacible propiciado por la baja entrada. Una pena para la cantautora, que merece más repercusión, y para la promotora, que, como siempre, apuesta por situar el foco sobre artistas que (sobre)salen de la norma.

Julie Byrne (12)Rp