Crítica: Mourn – Ha, Ha, He
Si en 2014 Mourn grababa su primer álbum estrenando mayoría de edad, dos años más tarde la banda catalana quiere demostrar con Ha Ha He (Captured Tracks, 2016) que tanto sus letras como sus melodías están entrando en fase adulta. Con temas mucho más sólidos aunque igual de inconformistas que en su disco homónimo, las hijas de Ramón Rodríguez (The New Raemon) dejan patente que no sólo el indie, sino también el punk y los sonidos garajeros de los 90 están entre las preferencias de los millennials.
Ha Ha He es un diario personal abierto de par en par, dividido en 12 capítulos. Ese libro secreto repleto de sentimientos que alguien olvidó guardar en el cajón después de vaciar su alma en infinitas páginas en blanco. Un maremoto de ideas inconexas que reflejan ideas, sueños, miedos, inseguridades y frustraciones. En definitiva, un fiel reflejo de la mente de una sociedad post adolescente que ha querido deleitarse con conocimientos, como demuestran con el guiño al poema Laughing Song, de William Blake, en el título del álbum.
Abre este trabajo Flee, un tema instrumental en el que priman la percusión y la guitarra. Un paso perfecto para la más potente de todas las canciones del álbum, Evil Dead. Rezumando a Pixies y a PJ Harvey en cada nota, son capaces de mezclar post punk y psicodelia para darle un nuevo color a las melodías.
Canciones breves, pero intensas, como si alargar algo sólo por el hecho de que lo habitual es que duren más de dos minutos pudiese estropear la magia que han conseguido crear. Demostrando que el new wave se puede fusionar con el punk más rabioso, nos regalan Brother Brother -un alegato de amor al más pequeño de los hermanos Rodríguez- e Irrational Friend. ¿Quién sabe? Tal vez, si hubiesen nacido cuatro décadas antes, podrían haber tocado perfectamente en el mítico CBGB junto a Joey Ramone.
Con The Unexpected y Storyteller llega el turno de las lentas. Canciones que no pierden el tono reivindicativo de juventud inconformista con influencias de ...And You Will Know Us by the Trail of Dead. La verdad, ¡qué buena música han escuchado estos chicos en su adolescencia!
Para aquellos a los que os guste sacarle punta a cualquier cosa, President Bullshit es un temazo ideal para este mes de elecciones. No dejan claro cuál es el oscuro secreto que esconde el protagonista de sus letras, pero estoy segura de que, si existiese este personaje ficticio, a más de un periódico le encantaría publicarlo en portada.
Reconozco que Jazz, el alma de la banda, me recuerda mucho a Björk cuando estaba en Sugarcubes. Riffs potentes de guitarra, alaridos disonantes y mucha fuerza en Second Sage, mientras cautiva como una sirena en Fry Me. No hay duda de que Mourn va encontrando su camino en la música, aunque me juego el cuello a que siguen dándonos sorpresas más adelante.